¿Por qué pides perdón sin que sea necesario?

Hoy he leído este post publicado en el blog Éxito en femenino y, aunque no soy muy partidaria de la psicología y terapias de ayuda enfocadas especialmente para los mujeres porque creo que las diferencias en los problemas las marcan las circunstancias y no el sexo del afectado, este post me ha gustado porque he visto en él reflejado a personas que tengo cerca.

Quizás a vosotros también os haga pensar y/o ayudar a algun@ amig@ o familiar que por alguna razón o sin darse cuenta, se sitúa por debajo de los demás.

Os dejo el post:

A los niños les decimos que es una “palabra mágica”, para algunos es “la palabra más difícil de pronunciar”, sin embargo, algunas personas, especialmente mujeres, repiten “perdona” o “lo siento” con mucha más frecuencia de lo necesario.

En este artículo, reflexiono sobre qué ocurre cuando se pide “perdón” con excesiva frecuencia, sus consecuencias y alternativas. Si tienes este hábito o conoces a alguien que lo tenga, te invito a que sigas leyendo.

El perdón como muletilla

Para muchas personas, “perdón” es una “entradilla” antes de decir algo, una forma de captar la atención de su interlocutor.

La marca Pantene ha editado un video sobre la frecuencia con que las mujeres piden perdón en situaciones cotidianas, en el ámbito laboral, con desconocidos, con su pareja… e invita a hacerlo de otro modo. Puedes ver el vídeo en pinchando en el siguiente enlace.

 http://youtu.be/rzL-vdQ3ObA

Todos sabemos que pedir perdón constantemente y de modo innecesario es una costumbre que no nos favorece, ni desde el punto de vista interno, del concepto que tenemos de nosotras mismas, ni del externo, la imagen que proyectamos al exterior.

“Disculparse en exceso pone a las personas en una posición de inferioridad y hace que los demás le pierdan el respeto” dice la experta en liderazgo Sylvia Ann Hewlett quien asegura que esta práctica “pone en entredicho la firmeza que transmitimos y hace que parezcamos menos confiables para asumir responsabilidades”.

Algunas veces, lo hacemos sin darnos cuenta, otras, somos totalmente conscientes y sabemos que este hábito no nos favorece, pero si es así ¿por qué continuamos haciéndolo?

La autora mencionada lo atribuye a factores educacionales, para algunas personas evitar conflictos forma parte de la educación que han recibido. Bajo este paradigma, imponerse en una situación o mostrar autoridad puede ser percibido con incomodidad, por eso, estas personas tienden a suavizar sus mensajes para no ser considerados agresivos.

Disculparse antes de hablar es una forma de “sacarle hierro” a lo que tenemos que decir y así evitar un posible conflicto.

Piénsalo ¿Cuántas veces lo has hecho?

La cuestión es que pedir “perdón” con demasiada frecuencia puede perjudicarte más (especialmente en el ámbito profesional) que el malestar producido por ser demasiado directa mostrando tu desacuerdo ante una situación.

Por ello, se trata de dosificar el uso de esa palabra y utilizarla únicamente cuando realmente tienes algo por lo que disculparte.

Un ejercicio es estar atenta a cuando te disculpas, cómo era la situación, cómo te sentiste y qué valoración haces ¿era necesario hacerlo?

Muchas veces “perdón” es sólo una muletilla, pero el modo en que lo utilizas puede indicar que una persona o situación que te hace sentir insegura. Ser consciente de las razones por las que utilizas esta palabra puede ayudarte a estar atenta y cambiar tu comunicación hacia una más asertiva y que genere mayor confianza.

¿Cómo evitarlo?

Tenlo en cuenta

Si consideras que sería bueno para ti “racionar” las disculpas, lo primero es tomar conciencia de en qué situaciones (y con qué personas) lo sueles actuar así.

Es importante que estés pendiente cuando ocurre para evitarlo, tal vez alguna persona de tu entorno pueda ayudarte a detectar cuando lo haces de forma automática. Saber que alguien te está observando te ayudará a tener un mayor nivel de control sobre lo que dices.

Encuentra otra frase

A veces decir “perdón” es más sencillo que pensar en la palabra que realmente quieres decir, pero en realidad se convierte en un modo de sacar importancia y peso a lo que comunicas” dice Hewlett. Una buena alternativa es ser más cuidadosos eligiendo las palabras que realmente quieres decir.

Una buena opción es sustituir “perdón” por otra palabra, por ejemplo “te diré que” o “déjame decirte que”… la que mejor encaje contigo y te salga con mayor naturalidad.

El silencio

Muchas veces, no decir nada es mejor que pedir perdón. “utilizar el silencio es una buena forma de llamar la atención sobre nuestros interlocutores de un modo no intimidante”.

Se trata simplemente de omitir el “perdona” con el que inicias una frase y sustituirlo por una mirada para captar la atención.

Te animo a que pruebes estas ideas y compartas los resultados, cómo te sientes reduciendo el número de “perdona” y cómo crees que te perciben desde fuera con esta nueva forma de transmitir.

 Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.

 

Sobre la autora:

Isabel Gómez, es Consultora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com 

Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.

Si quieres recibir claves prácticas para ganar autoconfianza y avanzar hacia tus objetivos, descárgate totalmente GRATIS el ebook PONTE EN VALOR a través de este enlace: http://www.exitoenfemenino.com/ponte-en-valor/.

 

 

 

Mi pasión por el Crossfit

Llevo un tiempo queriendo escribir este post, pero entre las vacaciones y diferentes gestiones que he dejado para estos días, no he encontrado un hueco. Ahora por fin os puedo hablar de la que se ha convertido en una auténtica pasión para mi, el Crossfit.

¿Y eso qué es?

Eso es lo que me pregunta todo el mundo cuando les hablo del deporte que practico. Desgraciadamente en España aún no está muy extendida esta disciplina, pero en Estados Unidos está totalmente asentada y la siguen miles de personas. Para algunos es el método de entrenamiento que realizaron los actores de la película «300» para ponerse «cachas», pero para mi es algo más. Mi manera de explicarlo es, simplemente, entrenamiento de alta intensidad realizando, la mayoría de ejercicios, con tu propio cuerpo, ya que, también usamos combas de saltar, gomas, cuerdas, barras con discos y las ya populares kettlebell o pesas rusas.

Lo divertido de este deporte es que nunca sabes lo que te vas a encontrar porque cada día el Wod (programa de entrenamiento) es diferente. Yo lo primero que hago cuando llego al Box (sala de entrenamiento) es mirar a la pizarra para ver qué toca. La mayoría de las veces soy incapaz de descifrar lo que pone porque te encuentras con palabros como EMO, AMRAP, Clean and jerk o Power snatch, aunque desde que empecé en mayo ya he aprendido muchos de estos términos, y aún así nuestro monitor siempre nos explica todo muy bien antes de empezar (Fran, Dani, Esther, sois unos cracks 😉

¿Por qué me apasiona?

Lo primero porque me gusta hacer deporte. Antes de empezar a practicar Crossfit iba al gimnasio. No me pasaba como a otras personas que le acababa desmotivando, pero sí es cierto que había días que tenía que hacer un gran esfuerzo para ir; sin embargo, ahora no me pasa eso, voy siempre encantada, expectante por ver qué me va a tocar hacer y si voy a ser capaz de completar el Wod. 

Realmente tengo una motivación extra porque cada día noto que voy mejorando, ejercicios que antes ni me planteaba realizar, ya los hago perfectamente y, en algunos casos con más peso. Cada entrenamiento es una «lucha» con uno mismo, me toca la fibra del orgullo, y no es con el resto de compis que están a tu lado, sino que es algo interno; aunque tengo que reconocer que cuando acabo el Wod antes que un chico una sonrisilla me sale 😉

El tema compañeros es otro punto importante a su favor. En los gimnasios también suele haber buen rollo, pero en el caso de los Box en mi opinión es algo más, nos ayudamos unos a otros, nos animamos, contamos nuestras sensaciones, como hemos mejorado, y nos damos consejos. Somos una pequeña piña, que sufrimos con la alta intensidad de los ejercicios, pero que nos alegramos con los progresos de cada uno, allí no competimos, nos apoyamos.

Grandes resultado

Para muchos quizás esto sea lo más importante, para mi lo es, pero no deja de ser algo más. En mi caso he notado en poco tiempo grandes progresos, tanto de forma física como de aspecto. Ahora tengo mucho más fondo y fuerza, y estoy más definida, y le estoy dedicando sólo tres horas a la semana ( lo completo con salir a correr algunos de los días que no voy al Box, pero de forma tranquila), pero a partir de septiembre tengo pensado ir algún día más, estoy demasiado enganchada jaja. Y es que otro de los puntos a favor del Crossfit es que con una hora (realmente los Wod suelen durar unos 30-35 minutos, el resto de tiempo es calentamiento, estiramientos y algo de práctica) ejercitas todo el cuerpo, no es como las rutinas en el gimnasio que, por lo menos en mi casp, al menos le dedicaba hora y media cada día.

Las chicas, no os asustéis, si lo practicas no te vas a poner como uno de los de «300», llena de músculos enormes por todas las partes. En el caso de que necesites perder peso, lo vas a conseguir si lo complementas con una dieta equilibrada, si no te hace falta adelgazar, te vas a encontrar más definida, con curvas y el culete bien duro jaja, no vas a doblar tu tamaño ;-). En serio, es un deporte tanto para chicos como para chicas.

¿Os animáis?

Bueno ya veréis que estoy encantada. Tengo que reconocer que al principio me resultó muy duro, y eso que estaba en forma, y ahora me lo sigue resultando, pero lo llevo de otra forma, mi cuerpo ya se está acostumbrando a los burpess, al salto al cajón y a los thruster y se queja algo menos 😉 Lo importante es realizar los ejercicios tal y como explica el monitor que, si vas a un Box oficial, estará siempre pendiente de ti, y no querer ejercitarse por encima de nuestras posibilidades porque entonces las posibilidades de lesión aumentan.

Espero que este post os anime a conocer este gran y bonito deporte, y que lo compartáis conmigo.

 

Mis pies a salvo este verano

Buenas!!! ya tenía ganas de ponerme otra vez en el ordenador para contaos qué me ha proporcionado bienestar estos días. La verdad es que tendría que hacer una lista interminable y tampoco es plan… y es que en las vacaciones, ¿qué puede impedir que no estemos felices y disfrutando las 24 horas? En mi caso mi pareja, mis amigos, mi familia, bucear, la playa, el sol, la comida rica y las risas han sido los predominantes, así que poco más puedo pedir.

Además, no exagero si digo que durante estas vacaciones he disfrutado un poco más que las anteriores porque no he tenido un problema que otras veces me traía por «la calle de la amargura», ¿sabéis qué era? pues el insoportable dolor de pies que suelo sufrir los días de calor. Me encanta en verano, aguanto perfectamente las altas temperaturas, pero me aterraban las rozaduras, ampollas y demás lesiones que me provocaban los zapatos, incluso sin ser nuevos.

Gran descubrimiento, Martín Natur

Sin embargo, antes de que empezase a hacer mucho calor, conocí la empresa Martín Natur, fundada en 2002 por Pedro Martín, profesional del calzado con más de 25 años de experiencia. Quien me habló del calzado que fabrica esta empresa, comenzó por presentármelo como natural y ecológico, ya que utilizan extractos vegetales para su fabricación, con lo que parece ser que se evitan los problemas de los pies propios del verano, incluso a quienes tienen la piel sensible porque reducen al máximo los problemas alérgicos.

Tengo que reconocer que de primeras no me convenció mucho, de verdad que siempre he tenido grandes problemas para encontrar un zapato que no me hiciese daño, así que pensé que por qué este iba a ser la excepción. Además, el distintivo «ecológico» me traía a la cabeza unos zapatos nada a la moda y feuchos jaja soy sincera 😉 Aún así quise ver el catálogo y cuál fue mi sorpresa cuando vi modelos de todo tipo: cuñas, sandalias planas y altas, deportivas e incluso botines también para el verano.

 

 

 

 

 

 

 

Tuve la suerte de que me dejaron probar un modelo y lo hice a lo grande, me fui a dar una de esas vueltas por todo el centro de Madrid que me encantan, con el asfalto bien calentito jaja a ver cómo respondían mis pies, y ¡sorpresa! ni una sola rozadura, y nada de sudor, increíble… no me lo podía creer… ¡si me hacen daño hasta unas simple manoletinas! jaja

Con esta prueba no lo dude dos veces, hice un pedido y me compré dos modelos, uno más propio para el día a día y otro para salir de noche, y lo que os digo, me han dado grandes resultados porque me he recorrido Ibiza sin quejarme ni un solo momento :D.

Para el otoño pienso pedir otro par, seguramente algún zapato cerrado para la ofi, que siempre salgo corriendo para ir a la compra o para ir al gym, y necesito ir cómoda.

¿Queréis unos?

Es muy fácil, simplemente tenéis que visitar su página web, navegar por los diferentes apartados que ponen a nuestra disposición y elegir el que más os guste.

También les podéis seguir por Facebook, así podéis conocer las opiniones de otras personas.

De verdad, os garantizo que no os van a decepcionar, si me han ganado a mí, ganan a cualquiera 😉 Espero vuestras opiniones.

Me he olvidado de la celulitis, ¡por fin!

Llevo un tiempo queriendo escribir este post, pero estaba esperando el momento crucial que no es otro que el ponerte por primera vez el bikini cuando llega el verano. Y es que el post de hoy se lo dedico a las miles y miles de mujeres que odiamos la celulitis, que hemos hecho de todo (al alcance de nuestras posibilidades y presupuestos) y nunca acabábamos de olvidarnos de ella.

No siempre ligada al sobrepeso

Yo no tengo problema de exceso de peso, todo lo contrario, estoy bastante delgadita, pero tenía celulitis. Es verdad que cuando era más jovencita estaba gordita, y adelgace de todas las partes del cuerpo, pero en los muslos y el culete me resultó más complicado (cuestión de genética supongo). Ya sabéis que las mujeres tendemos a acumular grasa en esa zona, hasta las atletas pueden tener los horrible bultitos que odiamos.

Pues bien, siempre he tenido una especie de lucha interna para intentar eliminarla, y hoy, por fin, puedo decir que prácticamente me he desecho de ella, ¿sabéis cómo?

Ante todo mucho entrenamiento. Antes, cuando iba al gimnasio, al menos dos días los dedicaba a entrenar el tren inferior. Un día pierna y otro glúteo, sentadillas con peso, estocadas, peso muerto, press… y para terminar cardio, a veces spinning, otras elíptica o me ponía a correr. Por supuesto que con mucha dedicación se notan los resultados, pero de nada vale ir al gimnasio si luego te pierdes en la comida. Así que mi alimentación también la he cuidado mucho, intentando incluir siempre en mis comidas alimentos depurativos para evitar la acumulación de toxinas, ya que éstas favorecen la formación de tejido adiposo, así que a beber mucha agua, té verde, y comer fruta (cítricos, manzana y piña sobre todo), espárragos, alcachofas, tomate, espinacas, brócoli, etc.

Por otro lado, tengo que reconocer que desde que hago Crossfit he notado aún más mejora porque a diferencia de lo que me ocurría en el gimnasio, en las sesiones de Crossfit es raro que no trabajemos pierna algún día, ya sólo con los burpees tonificas
a tope, y este ejercicio, por desgracia (y afortunadamente 😉 ) no falta a diario jaja.

El complemento perfecto

Sin embargo, y aunque hace tiempo no estaba muy convencida de los efectos de las cremas, tengo que reconocer que he cambiado de opinión. Desde este invierno (sí, hay que empezar con tiempo, no vale ponerse las pilas el mes antes de ir a la playa), me compré en la farmacia el pack Thiomucase que incluye la crema reductora de grasa y el stick para aplicar en las zonas rebeldes (en mi caso sólo en el lateral del muslo, pero te lo puedes echar en el interior de las rodillas, la tripita, los brazos…), y con mucha constancia, porque pocos han sido los días que no me he dado un masaje con los dos productos después de ducharme, he notado grandes resultados. De verdad, mi piel está mucho más tersa, los «hoyitos» prácticamente no existen, y he notado que he perdido volumen.

Está claro que el ejercicio y la dieta son fundamentales, que sin un poco de disciplina es complicado reducir la celulitis, pero también os digo que he notado los efectos de los dos productos de Thiomucase tanto en el aspecto de la piel como en el volumen de la zona.

Así que chicas, si este verano os ha cogido el toro, poneos las pilas desde ya, y comenzad a ser constante y veréis como el próximo verano no os asusta tanto el momento «bikini» ;-). Y es que ¡¡¡SÍ TE PUEDES OLVIDAR DE LA CELULITIS!!!!

Las manchas no teñirán la piel de tu cara

¡Hola de nuevo! sí, lo sé, os he tenido muy abandonad@s, pero para algunos los días de verano no son sólo de vacaciones, ya me queda poco, pero aún tengo que hacer un pequeño esfuerzo para disfrutar aún más de mis días de descanso 😀

 Aunque tengo mucho trabajo, también disfruto de algún momento de ocio, como ayer que estuve con unas amigas en la piscina, ¡mi primer bañito! Fue entonces, mientras nos echábamos la crema fotoprotectora, cuando surgió el tema del que os voy a hablar, las manchas en la piel.

Siempre hay que protegerse

Hay quien piensa que sólo las mujeres de cierta edad temen la aparición de las manchas en la cara, pero lo cierto es que las jóvenes también las podemos tener. Ayer me contaba una amiga que cada verano tenía más, que ya había alguna bastante grande que no le gustaba nada, y eso que se echaba crema… Si ella lo dice será verdad, pero es cierto que la fotoprotección es la clave para evitar que aparezcan. Eso sí, debe ser un fotoprotector de factor alto (SPF +50) y a ser posible que tenga componentes que actúen sobre la melanogénesis (el pigmento más importante de la piel) y que sean de alta calidad dermatológica. Por eso no vale cualquier producto… hay que ser un poco selectivo.

¿Por qué aparecen?

Las manchas principalmente aparece por la sobre exposición al sol sin la protección adecuada porque favorece la formación de melanina, otro pigmento de la piel que si no es sintetizado y degradado en el proceso de renovación de la epidermis, provoca la aparición las temidas manchas, sobre todo en el rostro, el escote, los brazos y las manos.

Sin embargo, por procesos hormonales, como el embarazo, o la toma de anticonceptivos; por las pigmentaciones que surgen en una cicatriz o herida que no se ha protegido adecuadamente del sol; o por la toma de ciertos medicamentos, también pueden aparecer las manchas. Así que atenta si estás en alguna de estas situaciones, habla con tu farmacéutico para que te asesore.

Mi gran aliado este verano

Yo estoy bastante concienciada con las medidas de prevención que hay que seguir para evitar la aparición de manchas porque mi madre las tenía y no quiero que a mi también me salgan. Así que este verano, aunque aún no me ha dado demasiado el sol, ya he comenzado a usar un producto específico para evitarlas. Bueno, realmente son dos, el FotoUltra 100 ISDIN Active Unify Fusion Fluid con color (también lo tienes sin color), un fluido que ayuda a regular la producción de melanina, mientras que ofrece una protección muy muy alta, en concreto dos veces superior al mínimo requerido en un protector solar SPF +50. Me gusta porque se extiende muy bien sobre la piel (nada de quedarte con cara de payaso jaja) y no es nada graso, así que no me da miedo que me salgan granitos.

Por otro lado también estoy tomando como complemento el FotoUltra ISDIN Active Unify Oral Capsules porque  favorece la regulación de la producción de melanina, en este caso desde el interior (lo que me hace pensar que es aún más eficaz) y protege las células frente al daño oxidativo que provoca la radiación solar.

Para las que ya tienen alguna manchita, ISDIN ofrece otros productos despigmentantes, no los he probado porque no es mi caso, pero estoy segura de que van muy bien porque es una marca de total confianza.

 Así que chicas, si no queréis que las manchas tiñan vuestra preciosa piel, comenzad desde ya a protegerla 😉

Día post boda, ¡depuración con infusiones!

Los que me seguís a través de twitter, ayer leísteis que tenía una boda. Me lo pasé genial, como siempre, porque la verdad es que disfruto mucho de este tipo de celebraciones, sean a lo grande o en «petit comité» porque familiares o amigos te han elegido para celebrar un momento muy muy especial, así que encantada de ir a todas las que me invitan 😀 es un privilegio.

Como en todas las buenas celebraciones, especialmente en España, la comida y la bebida se convierte en el centro del evento. A diario intento cuidarme lo máximo posible, simplemente porque es mi estilo de vida, y me hace sentir bien (mi #TopBienestar), no bebo alcohol y evito las grasas saturadas. Sin embargo, en bodas, cumpleaños, comuniones… es complicado seguir estas pautas diarias, y tampoco pasa nada por no hacerlo, de hecho se recomienda (una vez a la semana hay que darse un caprichito, pero sólo en una comida eh!), así que anoche me salté un poco mis hábitos. Tampoco fue demasiado porque a mi cuerpo tampoco le sienta muy bien los excesos, le tengo «bien» acostumbrado ;-), pero claro, alguna copa de vino, un mojito, el postre y algún canapé «extra» graso cayeron, y ¡qué bien sentaron! Eso sí, luego bailé unas cuantas horas jiji.

Tus aliados para depurar

Diréis, no es para tanto, y así es, pero bueno, los días después a los que cometo algún exceso (no hablo de los días que me como una hamburguesa o una pizza simplemente, sino un cúmulo de alcohol, grasas y azúcares) me gusta centrar mi dieta en depurar, es decir, ayudar al organismo a eliminar las toxinas acumuladas.

Con una dieta sana y equilibrada, en la que no falten las frutas, las verduras, los cereales integrales (por supuesto sin azúcares) y mucha agua (al menos litro y medio al día) no haría falta depurar el organismo porque nuestro hígado, riñones e intestino tienen la capacidad de hacerlo por sí solos. Pero de vez en cuando no viene mal echarles una manita, sobre todo los días después a un banquete.

Así que hoy mi dieta se ha basado en esta clase de alimentos que, además, por sus características ayudan más que otros a eliminar las toxinas. Algunos de ellos son las alcachofas, los espárragos, la cebolla, los tomates, las frutas cítricas, las ricas en agua, las manzanas, y la avena.

Basándome en esto, hoy he comido:

Desayuno: un kiwi, un yogur natural desnatado con dos cucharaditas de avena y un té verde (este suele ser mi desayuno habitual, pero en vez del yogur tomo la avena con bebida de soja 100% vegetal y café).

Almuerzo: hoy no he comido nada al medio día porque me he levantado muy tarde jiji. Me he tomado una infusión de una mezcla de plantas medicinales drenantes.

Comida: ensalada de espárragos blancos, brocoli, tomate, zanahoria, quesito de burgos desnatado y una lata de atún al natural. Aliño de una cucharada de aceite de oliva y un poco de vinagre. Una rodaja de piña natural de postre.

Merienda: una nectalina con un té verde.

Cena: tortilla de un huevo de espárragos blancos, acompañado de una ensalada (solo verduras de hoja verde), y un yogur natural desnatado.

La ayuda de las infusiones

Además de lo que he comido, como siempre, he bebido mucha agua durante todo el día. No lo calculo porque sé de sobra que llego al litro y medio. Pero además, para potenciar a capacidad depurativa de los alimentos, he tomado tres infusiones. Os he explicado que hoy he cambiado el café por el té verde, y es que éste es más depurativo y no aporta ninguna toxina. A diario lo suelo tomar antes de desayunar, pero hoy directamente ha sido parte de mi desayuno. También lo he tomado por la tarde antes de hacer un poco de ejercicio (hoy nada muy exigente, me dolían las piernas de bailar tanto con los tacones jajaj) porque ayuda a acelerar el metabolismo y a quemar más grasa durante el ejercicio, y lo dicho, depura.

También he incluido una infusión de Drena Plus tisana de laboratorios Aboca que incluye diente de león, hinojo, y regaliz, entre otras, que está muy rica y favorece la eliminación de toxinas.

Aboca también tiene té verde, pero ahora estoy tomando el de laboratorios Helps Intense Té Verde porque es más intenso y me gusta especialmente.

Estos son mis truquitos para dejar bien limpio el organismo para que siga funcionando a la perfección 😉 ¿me contáis el vuestro?

Ensalada Revitalizante

Una receta sana y riquísima de un blog amigo Positiva y atractiva

Ensalada Revitalizante.

Arándano rojo, un aliado contra la cistitis

Arándano rojo, un aliado contra la cistitis

No sé si os habrá pasado a vosotras, imagino que sí, porque la Asociación Española de Urología indica que entre el 50 y el 60 por ciento de las mujeres sufre alguna infección del tracto urinario (siendo el 90 por ciento una cistitis); pero yo más de un verano he pasado unos días malísimos debido a este problema. Y es que es en esta época del año cuando se dan más casos debido a que la principal culpable, la bacteria Escherichia coli, está más presente.

Normalmente es una afección que cuando se trata se pasa en un par de días, el problema es cuando se convierte en una cistitis recurrente, es decir, la infección no se ha curado como se debería y vuelve a surgir. Se suele establecer como recurrente cuando se sufre al menos dos infecciones en seis meses, o tres infecciones al año. En tales caso, es necesario realizar una analítica y tratarla con antibiótico.

Detéctala a tiempo

Si sois de las afortunadas que no las ha sufrido, tened en cuenta los síntomas que suele provocar para detectarla cuanto antes:

• Dolor y ardor al orinar.
• Ganas de orinar frecuentes y de urgencia.
• La orina suele ser muy oscura, escasa y de olor fuerte.
• En algunas ocasiones la orina puede ser expulsada con sangre.

Las causas por las que puede surgir normalmente están relacionadas con:

• Excesiva humedad en la zona genital por llevar un bañador mojado, por ejemplo.
• Relaciones sexuales con diferentes personas sin usar protección.
• Ciertos hábitos alimentarios, como el consumo excesivo de cafeína, alcohol y bebidas carbonatadas.
• Ciertas anomalías en la pelvis.
• Factores genéticos.
• Padecer algunas enfermedades, como la diabetes.

Se puede prevenir

En mi caso, la he padecido por quedarme con el bañador mojado. Lo típico, te das el último baño en la playa antes de comer, no se seca bien el bikini y no llevas de repuesto… te vas a comer al chiringuito de la playa, y te quedar mojada un buen rato.

Debido a lo mal que se pasa con una cistitis (realmente es desagradable y te condiciona los días), ya siempre evito ese baño, o llevo un bañador o braguita para cambiarme.

Pero además, he encontrado mi aliado perfecto, el arándano rojo. Son muchos los estudios, entre los que se encuentran uno muy reciente (Cranberru and recurrent cystitis: more than marketing? Crit Rev Food Sci Nutr. 2014) que indica que las propiedades antiadhesivas de las proantocianidinas (PAC), componentes del arándano rojo, favorecen la prevención de las cistitis de repetición. En concreto, lo que se ha demostrado es que las PAC impiden que las bacterias se adhieran al tracto urinario, eivtando así la infección.

Hoy en día ya podemos comprar arándanos rojos o zumos elaborados con él en el mercado, sin embargo, los estudios muestran que para que sea eficaz para prevenir la cistitis es necesario tomar 140 mg al día, algo complicado de conseguir comiendo sólo el fruto.

Por esta razón decidí comenzar a tomar en esta época del año (antes de irme a la playa) Cranberola (Cis-Control) Plus de laboratorios Arkopharma. Se trata de unas cápsulas hechas a base de Cranberry (arándano americano), brezo y uva que realmente funcionan muy bien porque, además de prevenir la cistitis, su toma favorece las funciones de eliminación renal. Son totalmente seguras, y eficaces. Se debe tomar una cápsula por la mañana y otra por la noche con un buen vaso de agua. Además, te recomiendo que bebas al menos un litro y medio de agua a lo largo del día para facilitar la expulsión de líquidos y toxinas.

Este es otro de mis consejos para que nada te impida disfrutar de estos días de sol y baños.  Un consejo natural, y fácil de seguir.